jueves, 19 de julio de 2007

Máquina de tumbar

Miércoles 18 de Julio 2007

El Apra tiene aspecto de cargador frontal pero eso no le basta. Aspira a bulldozer, a máquina israelí, a Mulder sin correa y sin bozal.
Puede ser que el "sólo el aprismo salvará al Perú" (seasap) se haya escondido por razones marqueteras, pero el Apra sigue pensando que su receta, ese gazpacho hirviente, es infalible.
Pasa la máquina niveladora del Apra y tiembla César Acuña porque le recortan el canon: es que no es aprista. Pasa encima de Wilbert Bendezú y queda un tallo roto con ojeras de tango: es que insiste en cumplir una promesa electoral del partido.
Pasa el Apra con su escape de diesel 2 y no queda nada de la subcomisión de acusaciones constitucionales: Tula Benites conduce el aparato. Pasa la excavadora del Apra y la ley del profesorado se exonera de segunda Notación y de primera enmienda. Pasa Chang, pasa GarridoLecca, pasa Carvajal -el hombre del maletín-y Crisol cambia de manos como cambian de manos los casinos en las Vegas cuando la mafia juega fuerte. Pasa la máquina moledora del Apra y la jefa de la Sunat se convierte en sirvienta del balneario de Asia, con uniforme azul almidonado y todo, dispuesta a todas las ruquerías revanchonas (pronto informaremos sobre esto). Pasa la aplanadora del Apra y las exoneraciones cesan para la selva pero se mantienen para Roque Benavides y compañía (y ay de quien lo haga notar).
Haya mandaba a golpear a los disidentes contando para ello con la bufalería que Idiáquez, su secretario, manejaba (el ingeniero De las Casas podría dar fe de ello, si pudiera). Ahora eso no es necesario. Basta con que la maquinaria se eche a andar para que a fulano le quiten los sets de la tele, a mengano las ganas de un sopapo y a perencejo lo amenacen con la rica Vicky o sea el Mendocita burocrático que te puede inventar una deuda, diferir un trámite o asaltar en las ventanillas de cada licitación.

A1 Apra el lumpen le viene de alcurnia, digamos. Y aunque este gobierno no se ha entregado a él todavía, como sí lo hizo de 1985 a 1990, ya hay asomos de esa intolerancia que precede a la peste y gracias ala cual los que protestan son bandidos, los campesinos son chavistas, los maestros comunistas, los frentes regionales anarquistas, los huancavelicanos separatistas, los ucayalinos adventistas y doña Tula Benites más escapista que Houdini.
Hasta don Jorge del Castillo se ha puesto en el plan de comisario de Piñonate, descalificando a todo el que pronuncie la palabra huelga. Y hasta doña Mercedes Cabanillas, enemiga acérrima del mayor Del Castillo, hace el papel de bruja del 71, presionada por la máquina y en contra de lo más hondo de su voluntad. ¿A qué saben los sapos, querida Meche?
Haya de la Torre manejó su partido como Fujimori manejó Pampa Bonita. Fue un gran hombre que padecía de pasiones pequeñas y terminó aliándose con la derecha que le había robado las elecciones, dos veces, y el carácter revolucionario, setenta veces siete. Terminó dejando una herencia equívoca desparramada en un cajón de sastre donde cupo de todo: el origen marxista, la teoría antiimperialista y la práctica ultraconservadora de los últimos 30 años del partido. Nunca una confusión produjo tanto fanatismo, se diría.
Dicen que una vez Haya le espetó a Juan Gonzalo Rose, poeta que había sido aprista como casi toda la intelligentza peruana de los 40, una frase entre recordatoria y despectiva:
-Hola, Juan Gonzalo: tú fuiste aprista.
Tú también -dicen que le dijo Juan Gonzalo al líder.
Haría bien el Apra en adquirir un poco de humildad. Haría bien Alan García en dejar esa pose de pontífice herido por alguna herejía. Que no crea que el Perú piensa como las Chichis de la farándula Que no piense que el Perú es la TV que se ha comprado al peso.
Y que tenga cuidado con su famosa pregunta: "¿Qué hacen por el Perú el picón, el criticón y el comechado?"
Cualquiera podría contestarle: -Trabajan para usted.