sábado, 14 de julio de 2007

Parte de batalla

Sábado 14 de Julio de 2007

Empezaron los despidos de profesores por irse a la huelga. Trece de ellos han sido cesados por la Ugel número 3, con jurisdicción desde La Victoria a Villa El Salvador. Cornelio González Torres, director de esa unidad de gestión educativa local, anuncia nuevas purgas para el comienzo de la próxima semana. La medida se basa en el Decreto Supremo 017-2007, que declara la Educación Básica como Servicio Esencial (y, que, por tanto, deja a los profesores con algunos derechos sindicales muy restringidos: basta que el Ministerio de Educación decrete la ilegalidad de una huelga para que todos los que la acaten puedan ser expulsados del magisterio).
Mientras los maestros de a pie eran purgados, directores y subdirectores eran sometidos a expedientes administrativos por haber cerrado sus colegios tras comprobar que no había personal para intentar hacer clases. Sucedía en los colegios Isabel La Católica, República Democrática Alemana y Víctor Andrés Belaunde. "Es que el ministerio declaró ilegal la huelga", explicó González.
Mientras eso empezaba a suceder a escala nacional, el procurador del Ministerio del Interior, Jacobo Romero, advertía que algunos de los detenidos podrían ser condenados a seis años de prisión "por hacer apología del delito e incitar a los docentes a radicalizar sus protestas con actos vandálicos".
Este mismo funcionario demandó la inmediata detención de la congresista Elsa Malpartida "porque ha quebrado las reglas de conducta a las que se encuentra sometida en los diversos procesos penales en los que está incursa".
La agencia oficial Andina nos recuerda que esas reglas de conducta le fueron impuestas por el Poder Judicial tras las huelgas cocaleras de mayo de 2004 y julio de 2005. "Ella se enfrentó abiertamente a las fuerzas del orden y ahora incita al Sutep a proseguir con la huelga nacional", dijo el procurador.
"Es el comunismo que se niega a morir y que siempre está detrás de odas estas cosas hacia la violencia", decía ayer el presidente de la República hablando del Sutep, los arrestos, las protestas y el desorden.
Y añadía: "Mano dura con esa gente. Eso es lo que quiere el pueblo... Basta de desorden..." "Y ya es hora de declarar la ley marcial y el toque de queda en Juliaca para poner en vereda con redadas masivas a esos mierdas...", escribía el director de Correo, Aldo Mariátegui.
"Arrestan a extremistas Huaynalaya y Diez Canseco", sobretitulaba Expreso.
"Muere el Sutep", notificaba Ojo. "Capturan a dirigentes y ministro convoca a 25,000 nuevos maestros", precisaba.
"Pero no nos engañemos: estamos ante una escala desestabilizadora… (cuyo) objetivo de fondo es impedir el progreso económico del país y evitar que obtengamos el grado de inversión", reflexionaba el director de La Razón, 24 horas después de festejar el fallo del juez Orlando Álvarez en el caso Fujimori.

E1 corresponsal del diario mexicano El Universal, José Vales, resumía la situación de esta manera: "Militares en las calles, gases, calles cerradas, aeropuertos tomados, imágenes que no se observaban desde el final del fujimorato, una era que en estos casi doce meses de gobierno García intentó por todos los medios emular con medidas alejadas del ideario del Apra y más cerca de la derecha que encamó precisamente Alberto Fujimori".
Al final de su despacho, Vales hacía una explícita comparación entre el Perú de García II y la Bolivia de Sánchez de Losada II. Mientras las aguas se dividían, como había dicho por la mañana en radio San Borja Javier Diez Canseco, la comidilla del barrio era la flamante encuesta de la Universidad Católica.
El Instituto de Opinión Pública de la Católica indagó, del 6 al 8 de julio de 2007, el sentir de 1,400 personas en 66 distritos de 14 provincias pertenecientes a 13 regiones del país, y encontró que la aprobación del doctor García ha descendido a cifras bushianas: 35% lo aprueba, 59% lo desaprueba.
En Lima y Callao, donde la prensa de la Confiep manda, el doctor García tiene 45% de votos a favor y 48% en contra (esto confirma la encuesta de la Universidad de Lima de hace tres días). Pero en el norte lo aprueba el 23, en el sur el 17, en el centro el 13 y en el oriente tan sólo el 11 por ciento.
Es decir, hay ya una crisis de legitimidad social en el gobierno del Apra, convertido en el gobierno cerril -y crecientemente brutal- de la derecha García cree que está haciendo por el Perú lo que Sarkozy desea hacer por Francia Olvida que aquí no hubo revolución sino mutaciones sucesivas de la misma y despiadada fórmula destinada a perpetuar la inequidad.

Más De la Rúa que Sarkozy, más Sánchez de Losada que Leguía el modernizan, García ha visto evaporado su capital político por hacerle caso a quienes tienen prohibido contradecirlo. O sea, por hacerse caso a sí mismo.
Ahora le dirán (se dirá) que no le haga caso a las encuestas, que el pueblo es bruto pero entenderá, que las promesas no se cumplen cuando no pueden cumplirse, que el comunismo sobreviviente quiere su ruina y la prensa caviar el despelote y los cholos tercos su palo en la cabeza, su bomba humeante, su estado de sitio y al final, si hace falta, su juez sin rostro, su testigo sin nombre, su expediente sin número.
"Leches aguadas, cajamarcas crueles", escribió Juan Gonzalo Rose.
"Él era como el Perú, Zavalita, se había jodido en algún momento. Piensa: ¿en cuál?... El Perú jodido, piensa, Carlitos jodido, todos jodidos. Piensa: no hay solución, escribió Mario Vargas Llosa por esos mismos días. Fulgor de profecía que le dicen.

Palo con ellos

Viernes 13 de Julio de 2007

A hora resulta que Martha Hildebrandt es la ministra del Interior del régimen del doctor García.
Ella pidió mano dura, patadas, palizas en contra de "los ignorantes, estúpidos, desfasados" maestros del Sutep.
Y le están haciendo caso.
La rabona tenaz apela a su edad, a la inimputabilidad de su edad, para decir cuanta barbaridad higadosa se le venga a la bífida. Eso no asombra. Lo que asombra es que ese Machu Picchu moral que es el fujimorismo -y que la señora Hildebrandt vocea groseramente para vergüenza de quienes llevamos el mismo apellido- tenga ahora no sólo una sociedad congresal con el aprismo sino una influencia tan notoria en el Ejecutivo.
¿Qué dirán las bases apristas, las que hoy sólo pueden murmurar su disgusto por el castigo a Wilbert Bendezú? ¿Qué dirán los apristas -usados electoralmente- de estas bodas de sangre del partido de Haya con la banda de Fujimori?
A la gran minería, estabilidad jurídica y mano de seda tributaria. A los huelguistas, mano de piedra Durán. A los chinos de Shougan, rodillas sin rodilleras. A los sindicalistas de Shougan, Cachiche. A los demócratas de Washington, explicaciones. A los agricultores de la CNA, portazo. Al capital chileno, brazos abiertos. A los ganaderos expoliados por Gloria, silencio. A los frentes regionales, amenazas. A Fujimori, lobbies para salvarlo -con Otero a la cabeza-. A los services, comprensión. A los puneños, olvido.
García dice en privado que la derecha es aliada inexorable. No es cierto. La derecha no es que se haya aliado: gobierna. El aliado es él, García, que cree que va a ser Leguía pero va a terminar siendo Belaunde.
Porque no es que la derecha peruana esté interesada en edificar un país viable. Lo que a ella le importa es el margen de ganancia, la tasa de retorno, el infrasalario, la contrata de la pendejada. O sea que la bonanza de los precios metaleros pasará como pasó lo del guano.

Como a todo converso, a García se le ha pasado la mano. De concebir un Estado hipertrófico ha pasado a concebir un Estado tuberculoso que ni siquiera puede enviar frazadas por cuenta propia. Un Estado que sólo se hace notar cuando apalea a los que no pueden responderle. Un Estado que no arbitra sino que cuida los intereses del dinero. Un Estado maniatado al que amenazan los indicadores de riesgo, la banca de inversión, la mami de Tarzán (es decir, Bush) y hasta la DEA cuando de hectáreas de coca se trata. García ha cedido en todo y ha abandonado el centro. Su discurso puede tener ecos piadosos en algunas plazas, pero su práctica es la de un mandatario que ha perdido toda esperanza de cambiar algunas cosas importantes: la igualdad ante la ley, la dignidad en el trato con la inversión extranjera y nacional, un cierto retorno a la planificación del desarrollo, la admisión de que crecimiento económico y justicia social no son sinónimos, la percepción de que el modelo reprimarizador-exportador nos va a dejar como siempre: congelados en el tiempo, divididos con encono.
Y con Martha Hildebrandt oficiando de lóbrega gorrista.

Un juez digno de Pinochet

Jueves 12 de Julio de 2007

Cuando oigo eso de que la judicatura chilena es un ejemplo de independencia, río. Recuerdo entonces los 17 años de Pinochet, cuando los jueces temblaban, los fiscales no contestaban el teléfono, las cortes se cerraban para los perseguidos, la Suprema era un urinario de soldados y los recursos de amparo tocaban en portones que jamás se abrirían. Qué independencia ni qué ocho cuartos. La judicatura chilena jamás pidió perdón por su patética actuación cuando las papas quemaban y a los comunistas se les degollaba a domicilio.
Claro que hubo excepciones, pero sobran los dedos de una mano para contarlas.
No sólo eso. Fue la misma Corte Suprema la que contribuyó a crear la atmósfera del golpe al decretar la ilegalidad de la ocupación de fábricas que eran abandonadas a propósito por sus dueños –embarcados hace tiempo en la conspiración sanguinaria de las Fuerzas Armadas–.
Todo ese sarro de oidores de la vieja capitanía, todo ese portalismo de espadones, está implícito en el texto vergonzoso de Orlando Álvarez. El texto reconoce los crímenes pero difumina a sus autores y borra el clamoroso nexo que ata esas bestialidades a la figura de Fujimori.
Muchos piensan que la mano del gobierno peruano está metida en esto. No se puede probar, pero afirmarlo no es ninguna temeridad.
El peruano-chileno Hugo Otero, según El Mercurio, ha estado haciendo lobby para que Álvarez fallara como ha fallado. A García no le conviene que el matrimonio congresal (y más) con el fujimorismo se disuelva y basta leer el diario La Razón para darse cuenta de que ese amorío de hostal y lavabo con verdín es algo necesario para el Apra 2007 e imprescindible para el fujimorismo hampón de siempre. Además, es cierto que el prontuario político de un Fujimori preso en Lima evocará el prontuario del actual presidente en materia de derechos humanos y ética en el manejo de la cosa pública.

Chile tiene ya 6,000 millones de dólares de inversión en el Perú. La mayor parte de ella vino en la época de Chinochet, cuando el japonés vendía al Perú a pedazos y a precio de ganga. La gratitud de esa gente –empezando por LAN y terminando por Fanny, que acaba de ser chamizada, pasando por la flota comercial chilena de la que dependemos-es eterna hacia el japonés que mandaba matar pero robaba en persona y remataba el país que no era suyo, el país que maltrató a sus padres en 1941. Otra hipótesis es válida también. Si Chile está preocupado por nuestra bonanza de macrocifras as y pebetes sería lógico pensar que sus Portales en vigencia quieren a un Fujimori exonerado de responsabilidades para que regrese al Perú a sembrar el toletole. En el siglo XIX usaron al imbécil de Piérola para esos fines. Y Fujimori no es un traidor involuntario, como Piérola, sino uno que ha urdido su felonía con verdadera vocación. Total, su aspiración a la Dieta japonesa no es sino una salida desesperada para evitar el encierro. Podría dar una vuelta en U por enésima vez y -de confirmarse el fallo en la Suprema chilena- venir a su "segunda patria" "a dar la vida" por nosotros.
El juez Orlando Álvarez ha burlado todos los precedentes que, en materia de derecho internacional sobre crímenes de lesa humanidad, se construyeron en los últimos 20 años. Álvarez también habría liberado a Milosevic de las acusaciones que La Haya admitió a la sombra del ejemplo de Nuremberg. ¿O es que nuestros tres mil desaparecidos no valen lo mismo que los bosnios asesinados por las hordas de Karadzic, el Montesinos de Milosevic?
La señora Bachelet quiere hacernos creer que el juez Álvarez es un santo varón encerrado en su torre del derecho. Que vaya a contarle ese cuento a Condorito. No sería de extrañar que los sectores más duros del chilenismo en armas consideren lo que ha pasado como un as en la manga para futuras negociaciones peruano-chilenas.
Lo cierto, lo que no está en la especulación sino en el cuaderno de bitácora del asco latinoamericano, es que ayer un juez chileno llamado Orlando Álvarez se burló de nuestros muertos como si fuera un Lynch cualquiera, un Lagos a caballo, un Pinochet con toga y sello quinto.
Y lo que es dable ahora es una campaña internacional para presionar a los supremos de la Concertación. Hay que borrar la sonrisa del rostro lombrosiano de Fujimori, de la cara de virrey sin virreinato de Valle Riestra y de las doscientas caras del doctor García.

El lado de la fuerza (bruta)

Miércoles 11 de Julio de 2007

E1 imperio mata en Kabul, mata en Faluya, mata lentamente en Guantánamo, rápidamente en Islamabad, mata de frente y de costado, mata desde arriba las más de las veces y sigue matando en la franja de Gaza y en Cisjordania y anuncia que aspira a matar a nuevas multitudes en Teherán mientras su ama de llaves, la señorita Condoleeza Rice, advierte que "los Estados Unidos no tolerarán que Cuba pase de una dictadura a otra dictadura".
¿No tolerarán? Como ustedes saben, generosos lectores, Fidel Castro es, para este humilde escribidor, un tirano. Pero estoy dispuesto a ir a Cuba a defenderla con tal de que no vuelva a ser burdel de gringos, sauna de mafiosos, basurero de texanos que huelan a mierda de ganado.
Es decir, si la disyuntiva fuera Raúl Castro o un títere de Washington, pues prefiero mil veces a Raúl Castro, a ese sombrío Raúl que ya era comunista con sordina cuando empezó la gesta de Sierra Maestra.
Es que los gringos pueden ser tan bobos que facilitan el camino de sus enemigos y producen, invariablemente, el efecto contrario al perseguido. ¿Querían liberar a Irak del terror? Allí está el terror iraquí decuplicado.
¿Querían aplastar a los talibanes en Afganistán? Allí están los talibanes políticamente resucitados gradas a la barbarie de las fuerzas invasoras (Estados Unidos y sus mayordomías europeas).
¿Quieren destruir a Hizbolá y a Hamas apelando al fuego de ese Estado terrorista llamado Israel? Allí está Hizbolá, que • resistió al ejército israelí y hoy sigue siendo una fuerza a tenerse en cuenta para cualquier negociación respecto del sur de Líbano. Y allí está Hamas ganando las elecciones, primero, y conquistando la franja de Gaza, después, dejando además desnuda la traición abyecta de Al Fatah.
¿Quieren que en Norcorea se respeten los derechos humanos? Allí está Guantánamo para clamar al cielo por su hipocresía.
Hablan de Estados forajidos? Allí están los secuestros de la CIA en Europa, los vuelos clandestinos y los asesinatos autorizados por la propia Casa Blanca.
¿Dicen que Chávez subvierte el orden internacional? Allí están su provocación a Rusia, sus amenazas constantes en contra de Irán, su política criminal en relación a la tragedia palestina, su carencia de todo escrúpulo para incendiar la Mesopotamia valiéndose de mentiras inventadas por el Pentágono y la CIA y transmitidas, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, por Colina Powell. /Necesitaban un Pakistán laico y dispuesto a todo? Pues allí está el islamismo en plena y sangrienta ebullición, con su mezquita arrasada y sus mártires de ocasión. Y todo por el trabajo sucio que Pakistán ha debido de jugar siguiendo las consignas de Washington.
¿Hablan de honestidad en los manejos internacionales? Allí está el ladrón de Dick Chenney haciendo de las suyas con Halliburton en el destrozado Irak.
El mundo ha conocido muchas dominaciones. Pero jamás alguna como ésta. Un infradotado mental, un miserable intrínseco, un auténtico malhechor planetario, dirige un ejército tecnológicamente invencible. Y
necesita de guerras para apoderarse de los crudos, alimentar la maquinaria de guerra que es el núcleo de su economía y mostrarle a todos su musculatura por si acaso alguien se atreva a contrariarlo.

Pero ero lo contrarían. Y lo contrariarán más. Como lo contrariaron en Bahía de Cochinos, como lo contrariaron los vietnamitas pacientes y letales. Como habrán de contrariarlo todos los que en este mundo sientan que es hora de decir basta, hora de recuperar la dignidad, hora de dejar de sentirnos inferiores. Amo, al pueblo de los Estados Unidos. Me fascina su literatura. Tengo veneración por muchos de sus artistas. Odio con todas mis entrañas a los truhanes que hoy lo gobiernan.Lo más globalizado de esta época negra es la muerte en forma de bomba de racimo.

Gobernar es educar

Martes 10 de Julio de 2007

El gobierno quiere evaluar a los maestros para ver quiénes sobran en ese arte difícil del desasnamiento.
Eso es comprensible. Lo que no es comprensible es que el gobierno diga, al mismo tiempo, que la evaluación magisterial no producirá despidos sino aumentos de sueldo, bienestar para todos y corvinas para un banquete a las finas hierbas.
No, pues, hombre. No se puede mentir y esperar que la mentira sea tragada y saboreada por sus destinatarios. Porque la mentira subleva a veces más que la miseria.
Va a haber exámenes y va a haber evaluaciones. Y las evaluaciones traen consigo calificaciones y descalificaciones. Y eso está bien, porque si no, ¿para qué diablos se somete uno a exámenes? No hay examen sin castigo o recompensa. Y en este caso el castigo será el despido.
El problema no es la evaluación sino quiénes la harán, con qué propósitos, con cuánta imparcialidad. El Apra no garantiza un examen impecable. Sólo una entidad independiente y solvente, ajena al ministerio y al Sutep, podría asumir esa tarea. Pero los tiros no van por allí. El Apra quiere el examen como pretexto para que se le abran las puertas a la caballería de Alfonso Ugarte y sucursales. Allí están el atasco y el diálogo trunco.
No sólo eso está mal. Está peor que el gobierno no haya subido el presupuesto para el sector educación. Sin mejora de condiciones y salarios –mejoras sustantivas y no las que Toledo "regaló" – no habrá oportunidad de sacar a la educación pública de su ya vieja decadencia.
Pero este gobierno quiere buenos profesores a 800 soles por mes, Pestalozzis de a 1,000, Teresas González de dos por medio. Y sin tizas ni pizarrones para las lejanías, sin techo para las cercanías, sin carpetas para el oriente, sin futuro para todos.
Y encima miente este gobierno que se persigna, amoratado, en octubre. Miente tanto como Cipriani, que es la mejor vitamina que hayamos podido tomar los agnósticos.

Yo recuerdo a algunos profesores decisivos. Hermann Buse de la Guerra, por ejemplo, hacía de la geografía una aventura. Con el bohemio profe de filosofía aprendimos algo que era lo más parecido a un método para pensar. Silva se apellidaba y andaba ojeroso como si hubiese empalmado con una noche de adormidera y vainas. Con Rubén Lingán leímos en voz alta La ciudad y los perros, que acababa de salir y que jamás fue quemada en ninguna pira (eso fue un invento afortunado de los editores y el autor, invento convertido luego en leyenda urbana). Antenor Samaniego nos enseñaba literatura de un modo quizás tradicional pero efectivo. Y obligaba a leer y a hacer reseñas que luego compararía para pescar textos donados y castigar con 05 a los culpables. Santillán Arista nos hizo casi divertida la gramática y convirtió en un asunto de honor el buen uso del modo subjuntivo.
Casi todos mis profesores del colegio militar eran autores de textos de literatura obligatoria en la secundaria. Y nunca terminaré de agradecerles lo mucho que me confirmaron la férrea idea que me zumbaba en la oreja desde niño: saber más es un placer que sólo a los humanos nos está reservado; la curiosidad es la madre de todas las batallas de la mente; la lectura es magia: te dan clases los que más saben, conversas con los muertos más ilustres, viajas sin salir de casa, te enamoras de mujeres construidas con párrafos, te enfureces a solas como un loco.
Todo eso se hizo trizas cuando al Perú le pasó lo que nunca dejó de inquietar a Zavalita.
Gobernar no es sólo poner desagües y postas médicas. Gobernar es educar. Porque democracia sin educación es cuento chino, torneo de hipnotizadores, oclocracia (es decir dictadura de la chusma), democracia censal y cuantitativa, montañas de DNIs con hologramas.A ver díganle algo parecido a la Cecilia Drácula esa. Responderá con un memo escrito por un coronel de artillería y un visto y bueno de Giampietri.